En una movida inesperada, el presidente Rodrigo Chaves anunció hoy la destitución del Ministro de Transportes, Luis Amador, en una conferencia de prensa de carácter "urgente" convocada por Casa Presidencial.
La noticia fue un verdadero bombazo político, ya que Amador será reemplazado por Mauricio Batalla, quien hasta hoy se desempeñaba como director de Conavi. Además, la primera orden de Batalla será la inmediata destitución del director de Aviación Civil, Fernando Naranjo.
Chaves fundamentó su decisión en el compromiso de su Gobierno con la transparencia y la rendición de cuentas, citando específicamente el caso de la reparación de la pista de aterrizaje del aeropuerto de Guanacaste como la razón detrás de esta abrupta movida.
"Esta no es una decisión fácil, pero para eso me contrató el pueblo de Costa Rica. Estoy convencido de que lo mejor para Costa Rica es lo que acabo de decidir y anunciar", afirmó el Presidente antes de detallar los hechos que llevaron a esta medida.
Según Chaves, el pasado 12 de octubre, Aviación Civil, con la participación de Naranjo y el aval de Amador, lanzó un concurso en SICOP para la reparación urgente de la pista mencionada. A pesar de la participación de tres oferentes, el contrato fue adjudicado a la constructora MECO por un monto de $40 millones, $2 millones más que la oferta más baja.
El Presidente expresó su preocupación por los términos del concurso, que según él, parecían diseñados para favorecer a la empresa que finalmente ganó. Aunque Chaves aclaró que no tiene indicios de corrupción por parte de Amador o Naranjo, criticó la falta de transparencia en el proceso y la firma de documentos que, a su juicio, beneficiaron a una sola empresa.
"No es aceptable que se haya establecido, como parámetro único, que la experiencia en construir pistas de aterrizaje, cuenta únicamente para aquellas obras de pistas de aterrizaje de más de 20 mil metros cuadrados y solo una empresa tenía esa experiencia en el país", agregó el mandatario.
Con esta decisión, el Presidente Chaves deja claro su compromiso con la integridad y la transparencia en el ejercicio del poder, aunque genera una ola de incertidumbre en el gabinete ministerial.
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