Las elecciones al Parlamento Europeo han revelado un significativo aumento del apoyo a la extrema derecha en varios países, desencadenando un terremoto político en Francia y provocando cambios significativos en Alemania y Austria.
En Francia, el partido Agrupación Nacional de extrema derecha ha conseguido más del doble de votos que la alianza liberal del presidente Emmanuel Macron. En respuesta al resultado catastrófico, Macron anunció elecciones legislativas anticipadas, con la primera vuelta el 30 de junio y el balotaje el 7 de julio. Este es un impacto sin precedentes de unas elecciones europeas en la política interna de un país miembro de la UE.
En Alemania, el partido socialdemócrata del jefe de gobierno Olaf Scholz obtuvo el peor resultado de su historia, relegado al tercer lugar detrás de la derecha y la extrema derecha. La alianza conservadora CDU-CSU lidera con aproximadamente el 30% de los votos, seguida por el partido de extrema derecha AfD con el 16% y el SPD con el 14%.
Austria también vio un avance de la extrema derecha, con el partido FPO obteniendo aproximadamente el 27% de los votos según los sondeos. En Italia, los sondeos indican que el partido Hermanos de Italia, liderado por la primera ministra Giorgia Meloni, está a la cabeza con entre el 25% y el 31% de los votos.
A nivel del Parlamento Europeo, a pesar del avance de la extrema derecha, la derecha moderada, los socialdemócratas y los liberales centristas mantienen una mayoría, formando un gran bloque de 389 escaños. Sin embargo, los socialdemócratas, centristas liberales y los Verdes han perdido escaños en estas elecciones.
En otros países, como España, los conservadores del Partido Popular ganaron las elecciones, seguidos por el Partido Socialista Obrero Español, y el partido de extrema derecha Vox quedó en tercer lugar. En Portugal, la oposición socialista ganó por un estrecho margen a la coalición gobernante de derecha moderada, con la extrema derecha de Chega en un distante tercer lugar.
En Hungría, aunque el partido Fidesz del primer ministro Viktor Orban tuvo un mal desempeño comparado con elecciones anteriores, aún obtuvo más del 43% de los votos. En Polonia, la coalición liberal del primer ministro Donald Tusk ganó con aproximadamente el 38% de los votos, dejando al partido ultraconservador PiS en el segundo lugar con el 33%.
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