En el referéndum y consulta popular celebrados en Ecuador, la ciudadanía se manifestó a favor de nueve de las once preguntas planteadas por el presidente Daniel Noboa. Estas preguntas abordaban principalmente temas relacionados con la seguridad y la justicia. Sin embargo, dos de las preguntas, identificadas como las interrogantes D y E, fueron rechazadas por la población ecuatoriana.
La pregunta D consultaba si los ciudadanos estaban de acuerdo en que el Estado ecuatoriano reconociera el arbitraje internacional como método para solucionar controversias en materia de inversión, contractuales o comerciales. Por su parte, la pregunta E preguntaba si se aprobaba enmendar la Constitución de la República y reformar el Código de Trabajo para permitir el contrato de trabajo a plazo fijo y por horas, sin afectar los derechos adquiridos de los trabajadores.
El rechazo a estas dos preguntas fue celebrado tanto por el gobierno como por la oposición. El presidente Noboa expresó su satisfacción por los resultados, destacando que se fortalecerían las herramientas para combatir la delincuencia y devolver la paz a las familias ecuatorianas. Por otro lado, la oposición interpretó el rechazo a estas preguntas como una victoria que protege la soberanía del país y los derechos de los trabajadores, evitando la precarización laboral y la interferencia de empresas transnacionales en asuntos internos del Ecuador.
En resumen, la ciudadanía ecuatoriana rechazó la propuesta de reconocer el arbitraje internacional y la enmienda constitucional relacionada con el trabajo por horas, mostrando así su preocupación por mantener la soberanía nacional y proteger los derechos laborales.
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